8.-
UNA BUENA EXPOSICIÓN DE CIERTAS DUDAS QUE PUEDEN SUSCITARSE RESPECTO A LA
CONTEMPLACIÓN; QUE LA CURIOSIDAD DEL HOMBRE, SU SABER Y SU NATURAL INTELIGENCIA
HAN DE ABANDONARSE EN ESTE TRABAJO; DE LA DISTINCIÓN ENTRE LOS GRADOS Y LAS
PARTES DE LA VIDA ACTIVA Y CONTEMPLATIVA
A.-
Pero ahora me dices: "¿Cómo he de juzgar estas ideas que actúan sobre mí
cuando rezo? ¿Son buenas o malas? Y si son malas, me extraña mucho porque
despiertan grandemente mi devoción. A veces son un alivio real e incluso me
hacen llorar de pena ante la Pasión de Cristo o de mis propios pecados.
Por otras razones también soy inclinado
a creer que estas santas meditaciones me hacen un gran bien. Por eso, si no son
malas sino positivamente buenas, no comprendo por qué me aconsejas que las deje
debajo de una nube del olvido".
Las preguntas que me haces son muy
buenas y trataré de responderlas lo mejor que pueda. Quieres conocer, en primer
lugar, qué clase de pensamientos son, ya que parecen ser tan útiles. A esto
respondo son las ideas claras de tu inteligencia natural que la razón concibe
en tu mente. A lo de si son buenas o malas, insistiré en que son siempre buenas
en sí mismas, ya que tu inteligencia es un reflejo de la inteligencia divina.
Son buenas, ciertamente, cuando con la gracia de Dios te ayudan a comprender
tus pecados, al Pasión de Cristo, la bondad de Dios o las maravillas que obra a
través de la creación. Nada de extraño si estas reflexiones arraigan tu
devoción. Pero son malas cuando, hinchadas por el orgullo, la curiosidad
intelectual y el egoísmo, corrompen tu mente. Pues entonces has dejado a un
lado la mente humilde de un sabio, de un maestro en teología y ascética para
ser como esos sabios orgullosos del demonio, expertos en vanidades y mentiras.
Lo digo como una advertencia para todos. La inteligencia natural se inclina al
mal siempre que se llena de orgullo y de curiosidad innecesaria sobre negocios
mundanos y vanidades humanas o cuando egoístamente anhela las dignidades
mundanas, las riquezas, los placeres vanos, o la vanidad.
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