domingo, 12 de abril de 2015

LA NUBE DEL NO-SABER.- 2.



2.- BREVE EXHORTACIÓN A LA HUMILDAD Y A LA ACTIVIDAD CONTEMPLATIVA

Anímate, pues, y frágil mortal como eres, trata de entenderte a ti mismo. ¿Piensas que eres alguien especial o que has merecido el favor del Señor? ¿Cómo puede ser tu corazón tan pesado y tan falto de espíritu que no se levante continuamente por la atracción del amor del Señor y el sonido de su voz? Tu enemigo te sugerirá que descanses en tus laureles. Pero estate alerta frente a su perfidia. No te engañes pensando que eres mejor y más santo porque fuiste llamado o porque has avanzado en la vía "singular" de la vida. Por el contrario, serás un desgraciado, culpable y digno de lástima, a menos que con la ayuda de Dios y de su dirección hagas todo lo que está en tu mano para vivir tu vocación. Lejos de engreírte, deberás ser cada vez más humilde y entregado a tu Señor al considerar lo mucho que se ha abajado hasta llamarte aquel que es el Dios todopoderoso, Rey de reyes y Señor de los señores. Pues de todo su rebaño te ha elegido amorosamente para ser uno de sus amigos especiales.
Te ha conducido a suaves praderas y te ha alimentado son su amor, forzándote a tomar posesión de tu herencia en su reino.
Te pido, pues, que sigas tu curso sin desmayo. Espera el mañana y deja el ayer. No te importe lo que hayas conseguido. Trata más bien de alcanzar lo que tienes delante. Si haces esto, permanecerás en la verdad. Por el momento, si quieres crecer has de alimentar en tu corazón el ansia viva de Dios. Si bien este deseo vivo es un don de Dios, a ti corresponde el alimentarlo. Ten en cuenta esto: Dios es un amante celoso. Está actuando en tu espíritu y no tolerará sucedáneos. Tú eres el único a quien necesita. Todo lo que pide de ti es que pongas su amor en él y que le dejes a él solo. Cierra las puertas y ventanas de tu espíritu contra la invasión de pestes y enemigos y busca suplicante su fuerza; si así lo haces te verás a salvo de ellos. Insiste, pues. Quiero ver cómo caminas. Nuestro Señor está siempre dispuesto. Él sólo espera tu cooperación.
Pero, me preguntas, ¿cómo seguir? ¿Qué he de hacer a continuación?

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