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DE LA OTRA FACULTAD SECUNDARIA, LA PERCEPCIÓN SENSORIAL; CÓMO FUNCIONA Y CÓMO
HA SIDO DAÑADA POR EL PECADO ORIGINAL
La percepción sensorial es la facultad
de nuestra alma que se vale de los sentidos y es dueña de ellos. Esta facultad
es una bendición para nosotros porque nos permite conocer y experimentar todas
las criaturas materiales y determinar si son buenas o no para nosotros. La percepción
sensorial incluye tanto los sentidos externos como los internos. Los sentidos
externos atienden a la satisfacción de nuestras necesidades físicas, y los
internos sirven a la inteligencia. Es la
facultad que se revela cuando el cuerpo experimenta alguna necesidad y la que
nos puede mover también a excedernos en la satisfacción de cualquier necesidad.
Refunfuña ante la privación del placer y cuando se le inflige un dolor,
alegrándose vivamente cuando se le quita el dolor y se le devuelve el placer. La
memoria abarca también la facultad de la percepción sensorial y todo lo que
experimenta.
Así como la imaginación es la criada de
la razón, la percepción sensorial es la esclava de la voluntad. Antes de que el
hombre pecara, era una esclava perfecta, puesto que cualquier deleite o dolor
suyo estaba en perfecta consonancia con la realidad. No comunicaba a la
voluntad ninguna sensación desordenada acerca de criatura alguna material, ni
el demonio despertaba experiencia espiritual engañosa en los sentidos internos.
Pero ya no es así. Debido al pecado
original, experimenta dolor cuando se le priva de placeres desordenados, por
los que suspira ciegamente, y cuando se ve sometida a una disciplina saludable,
que rechaza. La gracia ha de fortalecer la voluntad para que acepte
humildemente su parte en las consecuencias del pecado original, manteniendo a
raya la percepción sensorial para que no se exceda en los placeres legítimos y
adquiera el gusto por una disciplina saludable. Sin la gracia, la percepción
sensorial se entregaría caprichosamente a los placeres de la vida y de la carne
degradando al hombre hasta convertirlo más en una bestia que en un ser humano,
que tiene un destino espiritual.
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