19.-
BREVE DEFENSA DEL AUTOR EN QUE ENSEÑA QUE LOS CONTEMPLATIVOS HAN DE EXCUSAR A
LAS PERSONAS ACTIVAS QUE SE QUEJAN DE ELLOS
Quizá pienses que he insultado a Marta,
uno de los amigos especiales de Dios, comparándola con las personas mundanas
que critican a los contemplativos, o por haberlos comparado con ella. En
realidad no quería ofender a ninguno de ellos. No permita Dios que yo diga en
este libro algo que condene a alguno de los amigos de Dios en cualquier grado
de santidad en que se encuentre, ni a uno solo de sus santos. Pues creo en
verdad que debemos excusar a Marta por quejarse, teniendo en cuenta el tiempo y
las circunstancias del incidente. No se daba cuenta entonces de lo que María
estaba haciendo. Tampoco ha de sorprender, pues dudo que hubiera oído hablar
alguna vez de la posibilidad de tal perfección. Además, fue cortés y breve en
su queja, y por eso creo que debe quedar completamente excusada.
Pienso igualmente que los críticos con
mentalidad mundana que encuentran faltas a los contemplativos han de ser
también perdonados en atención a su ignorancia, aun cuando a veces son también
desconsiderados. Así como Marta era ignorante de lo que decía cuando protestaba
ante el Señor, de la misma manera estas personas entienden poco o nada sobre la
vida contemplativa. les exaspera el ardor de los jóvenes que buscan a Dios. No
pueden comprender cómo estos jóvenes pueden abandonar su carrera y
oportunidades y aprestarse con sencillez y sinceridad de corazón a ser amigos
de Dios. Estoy seguro que si algo de esto tuviera sentido para ellos, no se
comportarían como lo hacen. Y, por lo mismo, creo que debemos excusarlos. Sólo
han experimentado una forma de vida -la suya propia- y no pueden imaginar otra.
Por otra parte, cuando recuerdo los caminos en que he fracasado por ignorancia,
pienso que debo ejercer una amable tolerancia hacia los demás. De lo contrario
no los trataría como yo quiero que me traten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario