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QUE LA ASCENSIÓN CORPORAL DE CRISTO NO HA DE TOMARSE COMO EJEMPLO PARA PROBAR
QUE LOS HOMBRES HAN DE FORZAR SU MENTE HACIA ARRIBA DURANTE LA ORACIÓN; QUE EN
LA CONTEMPLACIÓN SE HA DE OLVIDAR EL TIEMPO, EL LUGAR Y EL CUERPO
Objetas ahora que, puesto que nuestro
Señor ascendió a su Padre físicamente como Dios y como hombre, la ascensión
tiene también para nosotros una lección tanto física como espiritual. A esto he
de contestar diciendo que en su ascensión la humanidad de nuestro Señor quedó
transformada y que su cuerpo, aunque físico, era un cuerpo inmortal. Había
muerto, pero en su resurrección se vistió de inmortalidad. Sabemos que nuestros
cuerpos resucitarán también en gloria en el último día. Serán, pues,
espiritualizados y tan ágiles como lo es ahora nuestro pensamiento. Arriba o
abajo, izquierda o derecha, detrás o delante serán una y la misma cosa, como
nos dicen los teólogos. Pero todavía no hemos recibido esta gloria, y por lo
mismo sólo podemos subir al cielo de una manera espiritual, que no tiene nada
que ver con la dirección de la que hablamos ordinariamente.
Quiero que sepas claramente que los que
obran espiritualmente, de modo especial los contemplativos, han de andar con
cautela a la hora de interpretar lo que leen. Leemos "eleva" o
"entra" o "impulso", pero debemos darnos cuenta de que
estas expresiones no se dicen en un sentido literal o físico.
"Impulso" o movimiento no se refiere a un movimiento físico ni la
palabra "descanso" dice relación a una postura de reposo o de
inmovilidad. Pues cuando nuestro trabajo es auténtico y maduro, es totalmente
espiritual, alejado tanto del movimiento como del reposo. Además, se podría
efectivamente describir mejor el término "impulso" como una
transformación súbita que como una moción. En cualquier caso, tratándose de
esta actividad espiritual, olvídate totalmente de lo que es tiempo,
localización física y materialidad.
Sé cauto, por tanto, para no interpretar
la ascensión en términos literales y materiales. No fuerces tu imaginación
durante la oración en un loco intento de elevar tu cuerpo hacia arriba como si
quisieras llegar a la luna. En la esfera del sentido todo esto carece de
sentido. Por lo que se refiere a la realidad física de la ascensión, recuerda
que sólo Cristo ascendió físicamente, como lo atestiguan las Escrituras cuando
dicen: "Nadie ha subido al cielo, sino el que ha bajado del cielo: el Hijo
del Hombre". Así, pues, aun cuando nos fuera posible ahora subir al cielo
físicamente (que no lo es), la causa sería una sobreabundancia de poder
espiritual y no el esfuerzo de la imaginación hacia arriba o hacia abajo, a la izquierda o a la derecha. Es
inútil y harás bien en evitar este error.
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